jueves, 27 de octubre de 2011

Mas allá (diario de un suicida) 8

Después de este suceso, llore amargamente mucho tiempo, pero eso no es lo peor, me propuse dejar de hacerlo, hacerme vulnerable a los sentimientos y no es que no sintiera, simplemente me bloqueaba para no sentir dolor.
Todo era cuadrado, monótono mi cara siempre estaba igual pero aparentemente nadie se daba cuenta, era como un fantasma, era invisible, a nadie le importaba quien era, porque en realidad no estaba ahí, es decir, si estaba, mas no mi esencia; podía hablar y caminar pero solo me notaban cuando se tropezaban conmigo o cuando necesitaban que les pasara algunas tareas.
Estaba atrapada dentro de mi misma dentro de una identidad falsa que solo subsistía siendo de cierta manera un parásito mas.
Si hacia lo que tenia que hacer, cumplía como estudiante y como hija pero no había nada que me motivara.
Todo era gris mis sueños estaban en pausa, mis sentidos apagados, todo estaba podrido, no podía pedir ayuda porque no tenia la confianza para gritarlo, no tenia fuerza para decir estoy aquí  soy humana, y si mas que nunca necesitaba hablar con alguien pero como podía hacérselo saber a alguien si tenia miedo y ese miedo solo me trajo mas inseguridades, sentía que estaba muerta en vida... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario